domingo, 31 de octubre de 2010

Imagen en color.

Cuatro manos expertas en higiene artesanal



Vanessa D'Anselmi y Giordano Mariani siempre habían pensado que Eivissa era un lugar de marcha sin freno y lleno de discotecas. «Un buen día por fin decidimos venir de vacaciones y nos damos cuenta de que la isla es mucho más que fiesta. Descubrimos su naturaleza, su tranquilidad y su calidad de vida», explica Vanessa. Por este motivo deciden dar un giro a su vida y abandonar la frenética Roma para asentarse en una pequeña urbanización cerca de Santa Eulària.

Con el propósito de dar a conocer esa Eivissa tranquila emprenden su labor artesana como jaboneros: «Queremos que los turistas que vengan se lleven algo realmente hecho en la isla, con plantas de ella. Eivissa tiene algo especial que queremos transmitir con nuestros jabones», cuenta la pareja, que forma parte de la asociación Aaple y participa además en el mercadillo del jueves en Sant Miquel.

Una vez por semana, como mínimo, Vanessa y Giordano recorren los campos de Eivissa para buscar romero, helicriso, lavanda y tomillo con los que elaborar sus jabones para el cuerpo y también para la lavadora. Más adelante se plantean usar también algarrobas. «El helicriso es muy bueno para la piel porque es muy hidratante para después del sol. El romero es purificante y adecuado para las pieles grasas porque equlibra la producción de sebo y da energía, igual que el tomillo. La lavanda, por su parte, ejerce una función relajante».

Con una base de aceite de oliva virgen y un 99 por ciento de hidróxido de sodio, el primer paso para la creación de estos jabones es recoger las plantas, dejarlas en aceite dos semanas para que se mezclen los aceites esenciales con el de oliva. Cumplidos los días, filtran la mezcla y la exprimen al máximo. «Lo que pretendemos es que la gente entienda que no es tan complicado hacer las cosas que necesitamos con las manos, al tiempo que defendemos la recuperación de las tradiciones», explica Giordano, quien asegura que muchos artesanos jaboneros compran el aceite de palmera para hacer más tarde sus jabones: «Nosotros usamos aceite oliva, que es una joya del mediterráneo».


sábado, 30 de octubre de 2010

Jarrones, lámparas y fruteros hechos con calabaza


Artículo - Última Hora



«La calabaza lagenaria siceraria es la única que no se come porque se utiliza con fines decorativos», asegura el italiano Roberto Batuzzi, más conocido como Baru, un artesano tallador y grabador de calabazas que empezó con esta labor artística hace algo más de un año. Hasta entonces había empleado su imaginación y creatividad en dar forma a la bisutería y a sus trabajos en plata.

En la actualidad, además de hacer jarrones, lámparas y fruteros con la piel dura de la calabaza de peregrino, elabora amuletos púnicos con conchas, por ejemplo. «Realmente, la gente utiliza lo que hago con las calabazas de muchas maneras, pero sobre todo para poner fruta, como jarrones o portavelas», puntualiza este artesano, miembro de la asociación de productores locales Aaple y que actualmente espera la concesión del carné de artesano que otorga el Govern balear.

Con aire pausado, pero algo inquieto, Roberto se anuda el pañuelo a la cabeza, se pone las gafas para ver mejor de cerca y toma asiento en el taburete de su mesa de trabajo, donde con paciencia empieza a ver la forma que tendrá una calabaza. «Primero compruebo si tiene estabilidad por sí sola. Hay algunas que salen muy buenas y otras que las tengo que lijar para que se aguanten. El siguiente paso en el proceso es hacer un círculo para quitarles la cabeza y conseguir la forma», asegura Baru. Más tarde vacía la pulpa de la calabaza, lija su interior para, minutos después, barnizarlo y empezar a dar forma del diseño exterior con un lápiz. «Lo que más cuesta en todo este proceso es vaciar lo que he pintado en el diseño, que casi siempre son cenefas de aires tribales». Ya por último, y tras volver a lijar el diseño y el borde del círculo, da una capa de pintura francesa para que aguante.

Baru cuenta que compra las calabazas para hacer sus creaciones en el mercado de Sant Antoni, principalmente. «Aunque también se pueden comprar en el mercado de Santa Eulària. La verdad es que no hay muchos agricultores que las cultiven porque necesitan mucha agua», precisa este artesano.

Universo creativo en tela


Articulo - La Última Hora.


Desde hace tres años, Carolina Tur crea un universo de complementos elaborados a mano y con tela como materia prima. Gatos, peces, asteriscos, corazones o flores son algunos de los motivos que, primero diseña, y luego confecciona hasta convertirlos en broches, colgantes o pendientes.

«La inspiración me vino de un muñequito de trapo que compré en Tailandia, que habían hecho para recaudar fondos para los niños huérfanos tras el tsumani», explica Tur. Ella en lugar de rellenar sus creaciones con arena lo hace con el material con el que se rellenan los cojines.

«Al principio empecé haciendo corazones para los que usaba telas recicladas. Eran diseños simples a los que les añadía algún botón. Con el tiempo he ido añadiendo bisutería, adornos y he ido adquiriendo los tejidos», explica Tur, mostrando trozos de tela recortados en su mesa de trabajo. También ha evolucionado en los motivos. De los corazones pasó a los gatos y a flores, y ahora no se pone límites en el momento de diseñar otros formas. «También hago muñequitos personalizados para cada persona. Todos cosidos a mano», comenta.

Hace una año creo un blog, www.lagatadetrapo.com, que le sirve de diario y de escaparate de sus creaciones. «Tengo interés en hacer una página web para profesionalizar mi trabajo un poco más», explica.

Aunque nunca ejerció como diseñadora de interiores, que es lo que estudió, dice no haberse alejado del aspecto creativo. Ahora compagina su trabajo en la Conselleria de Salut con su trabajo como artesana.

Este verano pasó a formar parte de la asociación de productores locales y artesanos Aaple y con ella ha participado en los numerosos mercadillos que se han organizado. Además, presentó un proyecto para participar en la feria agrícola de Can Caus, que se celebró entre los días 22 y 24 de este mes, con diversas creaciones de broches con formas de animales de granja.

A Carolina Tur no le faltan las ideas. «En el futuro me gustaría integrar plata o cobre con las creaciones en tela y no descarto hacer una exposición de obras elaboradas íntegramente en tela, que se apoyarían en fotografías que explicarían el proceso de creación. Pero esto es otro proyecto a más largo plazo», comenta Tur.

martes, 9 de junio de 2009

ARTESANOS DE AAPLE


MERCEDES


FRANCHESCA



AFRICA


CARLOS



JOSE MARIA


PATRICK Y MICHELLE




CATALINA Y PEP

artesanos de AAPLE


MANUEL




DAVID




CARLOS




MARIA